El ecoturismo es un turismo condicionado por las particularidades de protección ambiental en una zona geográfica. Es la condición de protección del área, sujeta a fines de conservación de la biodiversidad la que incide para que un sitio o destino turístico se convierta en ecoturístico. Pero no basta el título de conservación, es necesario que en el área se desar...
El ecoturismo es un turismo condicionado por las particularidades de protección ambiental en una zona geográfica. Es la condición de protección del área, sujeta a fines de conservación de la biodiversidad la que incide para que un sitio o destino turístico se convierta en ecoturístico. Pero no basta el título de conservación, es necesario que en el área se desarrollen acciones en virtud de tal normatividad, entendiendo la conservación como un término proactivo que vincula en sus propósitos, y mediante la participación, a los actores sociales de la zona. Por ejemplo, no por entrar a un parque marino, el viajero se convierte en ecoturista, de hecho, cientos de personas ingresan a estas áreas a diario y no se percatan de que son áreas protegidas; es necesario que a la actividad de visita al sitio turístico se le aporte valor agregado en lo ambiental mediante diversas estrategias, como por ejemplo las actividades interpretación ambiental. De lo contrario, el turista no tomará conciencia del cambio de condiciones para el disfrute del área que visita. Esa área protegida, objeto de conservación, es antes que un destino turístico, una zona de especial importancia ecológica, y ello será el principal determinante para gestionar su desarrollo turístico..
Leer másEl destino turístico permite armonizar la gestión comercial con la gestión del recurso turístico, revelando así que el destino tiene dos componentes, uno de marketing y otro territorial; ambos son necesarios para garantizar que el encuentro entre la comunidad anfitriona y el turista responsable se desenvuelva en el marco del paradigma de la sustentabilidad.
Los ámbitos de gestión del recurso turístico y el de la actividad recreacional permiten, no sólo promover un modelo de gestión turística sustentable, también, configura la interfase del atractivo turístico, que surge de la indisoluble relación entre los dos anteriores; no será posible realizar desarrollos turísticos si no existen atractivos que la comunidad anfitriona convierta e los motivadores de los viajes del turista.
El territorio es más que un espacio físico, es un espacio cultural, donde la comunidad local se proyecta y se desenvuelve, apropiándolo para sí. El territorio debe ser ordenado para fines turísticos buscando armonizar el uso de ese espacio de manera que le permita a la comunidad continuar con la gobernanza y usufructo de este, al mismo tiempo que se cohabita temporalmente con los turistas.
La relación del Ámbito Fundacional del Turista Vivencial, con el Ámbito de la Gestión del Recurso Turístico, sugiere que turista seleccionará su destino de acuerdo con los recursos turísticos que se ofrezcan en este, pero seleccionando aquellos con los que genere empatía desde sus imaginarios. Cada turista es un sujeto que se desenvuelve en su cotidianeidad conforme a sus imaginarios, es decir, a su mentalidad, cosmovisión, conciencia colectiva e ideología, los cuales determinan sus preferencias a la hora de seleccionar los satisfactores de sus necesidades.
RECURSOS TURÍSTICOS
Son aquellos bienes naturales o culturales y bienes sociales que pueden ser objeto de uso o aprovechamiento sustentable mediante el desarrollo de actividades para el usufructo turístico.
USO SOSTENIBLE
Utilización de componentes de la diversidad biológica de un modo y a un ritmo que no ocasione la disminución a largo plazo de la diversidad biológica, con lo cual se mantienen las posibilidades de ésta de satisfacer las necesidades y las aspiraciones de las generaciones actuales y futuras.
Hay recursos turísticos que se basan en bienes naturales o culturales de un paisaje o territorio respectivamente, y se caracterizan por su autenticidad y singularidad, aportando identidad al destino.
Hay otros recursos turísticos que se desarrollan a partir de bienes sociales y responden a imaginarios sociales contemporáneos y posmodernos, basados en escalas de valores con arraigo urbano y son fruto de procesos creativos de ficción, alimentados por la comunicación social y las tendencias de vida.